Hay quien cree en las
hadas, hay quien cree en los duendes, hay quien cree en Jesús en dios y en todo lo inexistente. Al menos para
mí creo en mí, en mi realidad en que
todo es una mierda donde se esconde la
verdad.”
Christian Jiménez Bundó. “Porta”.
El hombre a lo largo de
tiempo desde sus inicios ha querido explicar cualquier tipo de fenómeno que
ocurra dentro de la realidad y también cree que él mismo puede controlar todo
lo que no tenga un lenguaje similar al que practica su raza.
Pero el hombre detrás de
todo esto oculta una emoción que nunca podrá eliminar de su manera de ser
animal de razón que es el miedo, y peor aún el miedo a lo desconocido.
Debido a esta emoción,
cuando el hombre se enfrenta a algo que no puede explicar con sus métodos
conocidos como “ciencias exactas”, crea una ilusión y una cortina de humo para
tapar su error o su incompetencia, Conocido como mito, magia o religión.
Para poder dar una
conclusión a estas tres tópicas creadas por el hombre y sus miedos a lo desconocido,
iré dando la definición de cada uno de ellas, a partir de lo visto, observado e
investigado, fuera y dentro de clase.
¿Qué podemos hablar de mito?
¿Cómo surgió la mitología en nuestro pasado? Normalmente los mitos están
presentes en pequeñas comunidades o lugares donde la educación es de una
calidad muy baja debido a la falta de interés de la población que se desarrolla
en aquella sociedad, o incluso por la imponencia de las personas mayores que
enseña y practican este tipo de relatos poco crédulos, volviéndose un tipo de tradición en los mismos pueblo.
Estas historias pueden surgir de cualquier acto inexplicable que apareció en ésa región, ya sea desde la llegada
misteriosa de una planta, un animal desconocido de la región o cosas de tipo
místico.
Un claro ejemplo visto en
clase fue el cuento de Hículi Hualula presentado en el libro de cuentos de este corte llamado El Diosero de Francisco
Rojas donde se crea un mito a partir de la de una planta conocida como peyote,
mejor conocida como el “Tio” al cual se le tiene que tener respeto ya que si lo
nombras o lo consumes puede que te lleve con él. Por lo que recomiendo leer
este cuento para tener noción de lo que es un mito a partir de mi investigación
el clase.
Ahora voy a definir lo que
es magia a partir de lo que dicen los filósofos James Frazer y Wittgenstein sobre
esta tópica.
Frazer nos dice que “la
magia es un sistema espurio de leyes naturales así como un guía erróneo de
conducta, es una ciencia falsa y un arte abordo”[1] leyendo detalladamente
esta oración podemos darnos cuenta que Frazer plantea que la magia tiene
falta de convicción con sus conductas o
actividades practicadas en los ritos de magia, ya que Frazer la menciona como una “ciencia falsa”, además
que al parecer estas prácticas tiene un metodología para que lleguen a
funcionar o muestren resultado.
A continuación mencionaré la definición y la comparación de
la magia con la ciencia desde la perspectiva
de Wittgenstein: “distinción entre magia y ciencia puede expresarse diciendo
que en la ciencia hay progreso, pero no en magia. La magia no tiene en si misma
tendencia al desarrollo”[2]. Así reafirmamos que la
magia tiene una metodología para realizarse de manera efectiva, pero que a
pesar de tener un carácter de tipo científico, la magia carece de una
conclusión respaldada con hechos reales ya que es argumentada con algunas
experiencias o relatos de las personas que prácticas este rito.
Al analizar las definiciones
mencionadas anteriormente, podemos decir
que la magia es aquella práctica que tiene una metodología de tipo científica pero
que utiliza materiales muy burdos o simples que hacen de la magia la carencia y
la evolución del mito. Así mismo una creencia poco coherente y con precios muy
costosos ya sea espiritual y económica.
Por último no definiré lo
que es religión ya que mi formación histórica me dio una definición de esta
tópica muy distinta a la que se busca encontrar en este trabajo, por lo que
solo daré mi opinión sobre las religiones de este
siglo y su relación con la sociedad del siglo pasado y la del siglo actual,
además de dar un pequeño pronóstico de lo que podría suceder con estas
instituciones en un futuro no tan lejano.
Al
dar un recorrido por casi todas las religiones o por lo menos las más
importantes por el número de seguidores (Cristiana, Católica, Budismo, Judaísmo,
etc.) Podemos
observar que todas tienen algo en común, ya sea un mesías o un profeta que
viene a predicar y ofrecernos algo que fuera o dentro de una religión
deberíamos tener para poder entender el siguiente paso de la vida o que es
estas mismas religiones les dan otros nombres como el paraíso, la última
realidad, entre otras; que es la paz mental y dejar a lado los prejuicios y
banalidades.
En el siglo XIX la religión
en algunas partes del mundo todavía tenía un fuerte poder sobre la sociedad en
general, desde lo económico hasta lo político, debido a que la ignorancia y el
analfabetismo eran muy bastos. Por lo que las grandes instituciones religiosas
abusaban de esta falta de conocimiento en la sociedad y realizaban cualquier
actividad con un fin de lucro hacía ellos mismo.
Actualmente, durante el
proceso de globalización se buscaba que la sociedad fuera menos analfabeta, fuera
más crítica y racional. La consecuencia de este movimiento, fue la falta de “fe”
hacía las instituciones religiosas, provocando un fuerte desajuste negativo de posición social política e incluso económica
para las religiones. Así podemos pronosticar que si la sociedad se interesa de
manera acelerada por las ciencias y la educación, es muy posible que las
religiones y sus instituciones se derrumben y dejen de existir.
Con esto no quiero decir que
la sociedad deja de creer en un dios común, simplemente dejarían de pensar en
el existe una personas elegida o un grupo de personas con una conexión al dios
de cualquier religión.
Antes de dar mi conclusión sobre estas tres
tópicas, quisiera apoyar la idea del filósofo Alejandro Tomasini sobre que cada
una de estas tópicas es la evolución de la otra a lo largo del tiempo y la
existencia del hombre. Partiendo del mito como la práctica y relato mítico de
manera primitiva hasta la religión como máxima expresión de la evolución de
estos miedos a partir de que esta tópica tiene hasta una teoría del origen de
la vida. Y que la ciencia es máxima expresión de lo que se ve en la realidad y
que tal vez pueda surgir algo superior a la ciencia en un futuro.
A sí mismo, puedo decir que
la práctica de cada una de estas tópicas en la actualidad depende mucho del
contexto social en el que te desarrolles como ser humano, desde niño hasta la
vejez.
Para concluir este trabajo,
me surgen una serie de preguntas que dejo a concia del lector y que queda claro
que aquí, como en cualquier trabajo de esta magnitud no hay una conclusión
exacta más que la creencia de cada persona en la ciencia o la magia… ¿Debemos
de creer en un ser superior a nosotros? ¿Existe un ser superior a nosotros?
¿Por qué el hombre tiene que dar nombre a lo que no puede explicar por sus
medios? ¿Por qué el hombre abusa de estas situaciones místicas para sacar
provecho a otros hombres más ignorantes? ¿Será cierto que la ignorancia te da
el poder para creer y obtener frutos de estos poderes místicos? ¿Por qué el
hombre tiene que explicar todo? ¿Matar nuestras creencias es matarnos a
nosotros mismos? ¿Hay explicaciones después de la muerte? ¿Por qué la magia y
la religión no aplican dentro de una realidad sistemática? ¿Por qué creer en
algo superior a nosotros?
Escritor por: Humberto Sánchez Rodríguez.